Asuntos Inconexos

Por José María Martín Luque

«Libertad religiosa para infieles»

Escribe Najat el Hachmi en la tribuna de El País:

[En España] las ateas nacidas musulmanas, por poner un ejemplo, seguimos sin poder expresar libremente nuestras ideas. […] Puede que nos atrevamos a hablar cuando estamos lejos de nuestras familias, nuestros barrios, de los contextos en los que no hay otros musulmanes y casi siempre en la intimidad de las conversaciones con personas de confianza. Ocultarnos o callar es lo que hemos escogido muchas veces.

[…] Hasta que pasados los años vamos dándonos cuenta que a base de no ofender acabamos desapareciendo, que el respeto que se nos pide hacia quienes creen en el orden divino no es para nada recíproco.

La libertad religiosa no es una cuestión tan sencilla como puede parecer sobre el papel. El entorno social de una persona —especialmente el familiar— es un factor determinante a la hora de ejercerla, pues la moral por la que se rija será la usada para juzgar sus acciones.